Una Políticamente Incorrecta Defensa Del Hombre

El feminismo es moda, no hay forma de negarlo.  Se ha valido del alcance del Internet para hacernos sentir su presencia, más fuerte y estridente que nunca.

Y ya era hora.

A través de la historia el género femenino a sido un grupo social marginado y de segunda categoría. La mayoría de las religiones actuales no permiten a la mujer a acceder a puestos de autoridad: dentro de la religión Católica, las mujeres no pueden acceder a sacerdocios u obipados, ya no digamos al papado; lo más que puede aspirar una mujer en la jerarquía católica es a ser Abadesa, con plena autoridad dentro de su convento pero fuera de el no puede dar órdenes ni a un monaguillo. Y hasta hace no mucho una mujer no podía aspirar a un puesto laboral más que de secretaria o asistente (y eso solo si era soltera, si era casada su lugar estaba en casa atendiendo a los hijos y al marido). Ahora vemos mujeres CEO's, profesionistas, deportistas (destacando en deportes normalmente considerados masculinos como el boxeo o las AMM) e incluso ya estamos empezando a ver las primeras oficiales militares de alto rango, llegando hasta generales. Los logros del movimiento feminista han sido muchos y en su mayoría justos, elevando a la mujer de "ciudadano de segunda" a simplemente "ciudadano", lo cual es justo y loable.

Pero...

El ser humano tiene una curiosa tendencia. Tiende tomar una buena idea, radicalizarse y estirarla a límites ridículos y nocivos, desvirtuando los objetivos iniciales del movimiento. Tomemos como ejemplo el ecologismo. A primera vista, poco importa la religión, clase social, género, etnia o ideología política a la que uno pertenezca y/o profese, sería lógico asumir que todos estamos de acuerdo en la importancia de proteger el ecosistema del que dependemos para nuestra subsistencia. La protección del medio ambiente no debería ser un problema técnico ni político, ya que todos dependemos de un delicado balance ecológico para asegurar nuestra supervivencia como especie. La protección del medio ambiente no es exactamente una idea radical: es simplemente la noción que no es muy inteligente el envenerar el agua que bebemos o contaminar el aire que respiramos ¿quien podría rebatir este argumento?

Desafortunadamente, hemos creado una sociedad excesivamente dependiente de los recursos energéticos contaminantes y no renovables, como el petróleo, el carbón o el gas natural, y los estamos consumiendo a un ritmo alarmante. No se necesita tener un doctorado en Ecología para saber que este ritmo de consumo no es sostenible. Es por eso que muchas personas simpatizan con organizaciones como Greenpeace o PETA. En principio, sus causas son legítimas: el cuidado del medio ambiente y el trato ético hacia los animales. Hasta ahí vamos bien. Pero veamos unos ejemplos en los que estas organizaciones, con sus prácticas, han dañado las mismas causas que se supone están defendiendo (o como dicen en mi pueblo, les sale el tiro por la culata):

• Greenpeace nació de una idea sensata: oponerse a la pruebas nucleares a mar abierto. Su principal argumento era que estas pruebas, aparte de la contaminación radiactiva del lugar, podía provocar un tsunami de grandes proporciones y fracturar fallas geológicas. No contaban con muchas pruebas para sostener este argumento, sin embargo sonaba razonable en ese momento. Pero de ahí, continuaron con su lucha contra todo lo que tuviera la palabra nuclear. A la fecha, uno de sus principales objetivos es no permitir la investigación y el desarrollo de la fusión nuclear, que es la gran promesa de energía abundante, barata y no contaminante. 
• La organización pro-animales, PETA, fue una de las grandes precursoras de la ley en contra de que los circos usen animales en sus espectáculos en México y otros países. En diciembre del 2014 se reformo el Artículo 78 de la Ley General de Vida Silvestre, que prohíbe el uso de animales silvestres en circos y espectáculos itinerantes con mamíferos marinos (como los shows de delfines). Sin embargo, a consecuencia de esta ley, mas de 4 mil animales fueron sacrificados debido a la falta de espacio y condiciones adecuadas para su conservación.

¿Qué queremos decir con estos ejemplos? que una buena causa puede ir en contra de sus propios principios si se radicaliza y dogmatiza.

Varones en Crisis

El mero atrevimiento de sugerir que hay una crisis masculina es políticamente incorrecto y casi casi un sacrilegio. La mayoría de las mujeres (feministas o no) lo consideraría absurdo e injusto; después de todo, seguimos viviendo en un heteropatriarcado machista y misógino ¿no? Como muchas veces sucede, la realidad es mucho mas compleja. Por primera vez en la historia de la humanidad, en muchos países el hombre ha sido relegado a segundo plano, unas veces sutilmente y otras no tanto, cediendo protagonismo a la mujer cuyas pautas de comportamiento, exigencias, gustos, preferencias y habilidades son consideradas prioritarias e ideales en una sociedad que ve los rasgos masculinos característicos con recelo, desconfianza y que los considera detrimentales para el bienestar común. Hasta la segunda década del siglo XX, toda estructura social y política se regía por estilos masculinos. Pero a partir de mayo de 1968, el movimiento por los derechos de las mujeres empezó a cambiar esta visión del mundo, que ha traído como consecuencia la negación de la alteridad sexual, el repudio de la masculinidad y la exaltación cuasi-religiosa de la feminidad, imponiendo la "cultura femenina" hasta suprimir y satanizar todo atisbo de expresión masculina. Los hombres de hoy, en palabras de Chesterton son "una clase incomprendida en el mundo moderno".

El gran énfasis que durante décadas se ha puesto en conseguir la emancipación de la mujer ha provocado un fenómeno colateral con en el que nadie contaba: un oscurecimiento de lo masculino, una indiferencia o en su caso un abierto desprecio hacia los varones. Un claro ejemplo de esta nueva política de segregación lo vemos en el sistema de transporte colectivo Metro de la Ciudad de México: por culpa de algunos inadaptados que se la pasan haciendo tocamientos inapropiados a las damas durante los trayectos, todos los hombres tenemos prohibida la entrada a ciertos vagones del metro por el simple hecho de ser hombres. ¿Que ya se te hizo tarde y todos los vagones están llenos excepto los destinados exclusivamente para mujeres? lo siento, mala suerte, hubieras nacido con útero en vez de próstata, amigo mio. Esta política de "pagan justos por pecadores" parece ser la norma hoy en dia, como si nos quisieran decir que por el mero hecho de ser hombres somos incapaces de dominar nuestros mas bajos instintos.

Esta situación, si bien puede ser lógica (han sido muchos años de dominación masculina) no debe ser minusvalorada y mucho menos ignorada, pues una crisis del varón nos conduce (al igual que si se tratase de la mujer) a una crisis de la sociedad entera. Mientras las mujeres, tras años de lucha, están logrando situarse en el lugar que les corresponde conforme a su dignidad y sus derechos, los hombres parecemos estar más desubicados que nunca. Muchos han desertado de su papel como proveedores, protectores, guías, maridos y padres responsables. Los cambios provocados por el feminismo han dejado un paisaje social prácticamente irreconocible, donde los rasgos típicamente masculinos como la agresividad o la competitividad son menospreciados o llanamente intolerables. Y es este loable intento de conseguir la equidad entre los sexos el que esta aniquilando simultáneamente las diferencias existentes entre ellos, con la perdida de personalidad e identidad que esto conlleva, para hombres como para mujeres.

Desde que el género femenino tiene derecho al voto y a acceder a cargos de importancia política y administrativa (y eso no es malo, al contrario, es su derecho como miembros funcionales de una sociedad), las mujeres se han convertido en una fuerza política a considerar. Para un candidato, el contar con el "voto femenino" puede ser la diferencia entre ganar o perder una elección. Y de este apoyo político y social se derivan las constantes iniciativas que se han estado tomando en su beneficio: Cátedras de estudio sobre la mujer, centros e institutos dedicados a ellas, planes de igualdad, leyes de "discriminación positiva", etc. El papel de las mujeres se ha sobrerrepresentado y somos testigos de una clara depreciación del hombre, del padre, del esposo, que sufre así un complejo de inferioridad. No sabemos que se espera de nosotros y muchos se avergüenzan de su masculinidad (lo reconozcan o no) adoptando apariencias y actitudes feminizadas en un intento de obtener aprobación. Cualquier expresión de virilidad se considera machismo; la exigencia de respeto se confunde con autoritarismo; el intento de imponer alguna norma como cabeza de familia nos lleva a ser tildados de tiranos y la ingeniería genética amenaza con nuestra total sustitución.

En el ámbito laboral y educativo, cada vez es más común que la competitividad sea sustituida por la colaboración: la escala jerárquica ganada a base del esfuerzo y la valía personal ha sido sustituida por la igualdad sin necesidad de demostrar mérito alguno. Cada vez es mas común ver anuncios de solicitud de empleo con el claro requisito de "solo mujeres" o el clásico argumento inclusivo de "vamos a darle el puesto de gerente a Fulanita de Tal porque es mujer y necesitamos alteridad y representatividad en el personal administrativo, aunque un mono capuchino a medio entrenar sea más eficiente que ella" (que no todas lo son, aclaro, la ineficiencia se reparte por igual entre hombres y mujeres). El modelo social ideal ahora es el consistente en la relación madre-hijo. El padre solo es valorado y aceptado en la medida en que sea una especie de "segunda madre", papel exigido en muchas ocasiones por las propias mujeres que nos recriminan el no ser capaces de cuidar, atender o educar a los niños de la misma forma que ellas lo hacen.

Los Hombres ya no Saben Ser Hombres

Actualmente, la imagen del hombre fuerte, noble, valiente, con autoridad y seguro de sí mismo ha quedado descartada y sustituida por la de hombres blandos, enclenques, sensibles, maternales, muchas veces ridículos que huyen del conflicto (aunque sea por una causa justa), de la responsabilidad y el compromiso. Una queja muy común entre las mujeres es que "ya no hay hombres" y no se refieren a que no haya personas del genero masculino, sino que que cada vez son más escasos los varones con los atributos y cualidades antes mencionados. Muchas mujeres, consciente o inconscientemente, buscan una figura paterna en una pareja, ya sea porque tuvieron un padre que les brindaba confianza y seguridad o por el caso contrario, porque durante su niñez y adolescencia no contaron con una presencia masculina que les brindara protección y cuidado. Jesús Álvaro Sierra Lordoño, médico pediatra y Especialista en Educación y asesoría familiar de la Universidad de La Sabana, hizo un estudio sobre la figura paterna en el desarrollo y la crianza de las mujeres, y estas son algunas de sus conclusiones: 

• Para una mujer el padre es el hombre más importante de su vida, su primer amor, su primer representante del sexo opuesto. Está comprobado que ellas siempre buscan conocer la opinión de sus padre ante cualquier decisión que tomen, aunque no lo digan abiertamente y a veces lo nieguen. El padre ayuda a la construcción de la identidad de la mujer a la hora de validarse y de respetarse a si misma. La autoridad del padre es diferente a la de la madre; no más, ni menos, sino distinta.
• Una mujer busca a su compañero de vida muy semejante a su padre, especialmente basada en las cosas buenas que recibió de su papá en la niñez y en la adolescencia. La problemática de la madre adolescente sucede porque un gran porcentaje de estas niñas no tuvieron una figura paterna, son hijas de madres solteras.
• Liliana Villarraga, investigadora que trabajó con la Universidad Nacional por mucho tiempo, escribió un libro muy interesante que se llama ‘Presencia y pertenencia paterna en la familia’, y en este dice que el embarazo adolescente es hambre de padre. Es que ellas no están buscando un embarazo, un hijo, sino una figura masculina que les dé seguridad, que las llene el vacío afectivo por la falta del padre. Cuando una mujer escoge a un hombre se basa en las actitudes y cualidades que vio en su padre. Pero cuando no lo hay, ella no sabe muy bien con qué pautas escoger a su pareja. Quiere un buen padre para sus hijos, pero no sabe qué es un buen padre. Por eso hay muchas crisis matrimoniales también, por mujeres que se casan sin saber bien qué es un buen esposo, pues solo han convivido con su mamá.
• Todo niño que crece en un hogar bueno, regular o malo, piensa que ese es la pauta de normalidad. Por ejemplo, cuando una niña presencia la falta de respeto de su padre hacia su madre, crece creyendo que eso es lo normal, que eso es un esposo, y repite esas pautas como si fueran fotocopias. No podemos generalizar ni caer en determinismos tontos, pero lo que muestra la realidad es que esos esquemas de violencia intrafamiliar e irrespeto tienden a repetirse, la mayoría de las veces, en las familias de las hijas.
• No estoy hablando de una catástrofe en la vida familiar por el hecho de que no se crezca con el padre biológico o no se tenga una figura paterna. Pero sí es evidente, en la edad adulta, que se crece con vacíos peligrosos, como las inseguridades emocionales. Eso implica matrimonios prematuros y relaciones de pareja no tan sanas. El vínculo de una mujer con su padre es determinante en su autoestima y en el tipo de hombre que escogerá como pareja.
• El error más importante que cometemos como padres es marginarse, no intervenir en la crianza de las hijas, dar por hecho que de las hijas se encarga la mamá. Eso es fatal. Para las hijas es muy importante que el papá intervenga como papá. Otro error muy recurrente es que los papás dan por hecho que con estar ahí es suficiente, pero nunca hablan con sus hijas, no saben lo que ellas sienten, les cuesta incluso darles un abrazo, decirles que se sienten orgullosos de ellas, que son mujeres valiosas. Lo que he visto con mucha frecuencia es que los hombres estamos muy poco preparados para ser esposos y padres. Se están apartando peligrosamente de la vida familiar y eso hace que sean hombres muy incompetentes.

Por otro lado, en un estudio en la Universidad de Durham, en Inglaterra, la psicóloga Lynda Boothroyd y un equipo de investigadores de de la Universidad Wroclaw y del Instituto de Antropología de Polonia determinaron que las mujeres se sienten atraídas por hombres que se parecen a sus padres, sobretodo si su relación con ellos fue positiva. Los investigadores concluyeron que "Esto muestra que el cerebro humano no sólo construye prototipos del rostro ideal basados en las personas que nos rodean, sino en aquellos con los que tenemos una relación positiva" (enlace en español) (enlace en inglés)

Y es aquí cuando decimos que a algunas vertientes radicalizadas del movimiento feminista les pasa lo mismo que les paso a las organizaciones Greenpeace y PETA: sus mismas prácticas e ideologías fanatizadas están obteniendo los resultados contrarios a los que originalmente buscan. En Japón hay un fenómeno social que describe a la perfección este fenómeno desmasculinizante: El Hombre Herbívoro. En el 2006, la periodista Maki Fukasawa escribió un articulo que describe el comportamiento de algunos hombres (jóvenes sobretodo) dentro de la sociedad nipona: los herviboros. Los hombres herbívoros (Sōshoku danshi, “comedores de hierba”) son jóvenes que han decidido centrarse en actividades relacionadas con su cuidado personal y autosatisfacción para evitar a toda costa tener una pareja y especialmente el sexo de cualquier clase. Estos jóvenes se centran en la compra de cosméticos, artículos de moda y entretenimiento para su disfrute exclusivo y en solitario. En 2010 las encuestas determinaron que casi el 40% de los hombres de entre 16 y 19 años, residentes en Japón, se consideraban a sí mismos “herbívoros”. De hecho, en otro estudio sobre hombres solteros se concluyó que entre el 60% y el 70% de los que tenían menos de 30 años y más de 20 también se pronunciaban como esta nueva clase de individuo. Una de las teóricas causas de este fenómeno es el estrés que produce la feroz competitividad en el mercado laboral japonés. Si estos jóvenes fueron criados en un ambiente "progresista" e "incluyente", no están preparados para afrontar las presiones del mundo real, o como decía mi abuela, los mandan a la guerra sin fusil. Por otro lado,  aquellos jóvenes que fueron educados en hogares tradicionalistas y al salir a conseguir trabajo se encuentran con que las mujeres han incursionado en el ámbito profesional, se sienten amenazados. Esto de ninguna manera es malo, simplemente decimos que, para el hombre que considera que "el lugar de la mujer es su hogar", el de pronto tener colegas o incluso jefas mujeres, va en contra de todo lo que se les ha inculcado.

¿Que consecuencias trae esto? Pues el gobierno japonés considera a este fenómeno el principal causante de la bajísima tasa de natalidad en ese país, un país altamente industrializado que su principal recurso es la mano de obra altamente calificada y su innovación tecnológica, y que de seguir esta tendencia tarde o temprano su mercado laboral colapsará debido a la falta de jóvenes que lleguen a reemplazar a los trabajadores que se jubilen o mueran. 

Masculinidad y Machismo

Como dijimos en esta entrada, el Honor es lo único que separa a los Hombres de los machos, por eso la importancia de definirlo y desarrollarlo. Aquel hombre que está consciente de su fuerza, de su posición, de sus capacidades, y tiene una guía ética sólida para guiarlas, no es machista ni opresor. Macho es aquel que exige a los demás (sobretodo mujeres) que piensen, se comporten y actúen según lo que el piensa que es correcto. Hombre es el que se exige a si mismo a pensar, comportarse y actuar según su Código de Honor. Un macho es el que exige que las cosas cambien a través de la violencia y el autoritarismo, el Hombre de honor primero se preocupa por ser la mejor versión posible de sí mismo, y si por medio del entendimiento y la razón no puede cambiar una determinada situación (una amistad, un empleo, una relación sentimental o familiar) simplemente se aleja y busca su felicidad en otro lado.

A título personal, siento desprecio y repulsión por aquellos individuos (me niego a llamarlos hombres) que gritan obscenidades a las mujeres en la calle y les hacen tocamientos inapropiados en lugares públicos. Ya no digamos los golpeadores, abusadores y violadores, esos son criminales que deben ser castigados con todo el peso de la Ley. Pero una Ley justa e imparcial; El que un hombre golpee a una mujer es tan grave como que una mujer golpee a un hombre. A mi forma de ver, pocas cosas son más hermosas y gratificantes que una dama te pida que la lisonjees y que la toques, que sea SU deseo libre y personal el entregarte su cuerpo y su intimidad. . 

Diferencias entre Sexos

"¡Igualdad! ¡exigimos igualdad!"

Ese ha sido el grito de guerra del movimiento feminista desde sus inicios, nacido en la revolución social del año 68 del siglo pasado. En ausencia de datos científicos sólidos sobre las diferencias genéticas, hormonales y/o cerebrales entre hombres y mujeres, la idea de que las diferencias entre estos se deben única y exclusivamente a la educación, la crianza y la cultura fue su estandarte. Una característica distintiva de los credos dogmáticos (de todos, no solo del feminismo radical), es la devoción por la postura adoptada y la negación a siquiera considerar datos, argumentos y evidencias científicas debidamente sostenidas que vayan en contra de sus bases ideológicas y que puedan poner en tela de juicio sus principios. Esto tiene una base psicológica simple y compleja a la vez: una vez que una persona haya invertido suficientes recursos (intelectuales, espirituales, económicos, etc) en cierta ideología, toma como una afrenta personal cualquier postura, debate o respuesta que vaya en contra de su doctrina (y no se necesitan grandes cantidades de "inversión" para ganar adeptos: una frase, un eslogan, un discurso, cualquier cosa que haga clic dentro de la mente del individuo es suficiente para convertirlo a cualquier credo. Es por eso que muchos piensan que el hombre nunca alunizó, que el 11/9 fue un autoatentado y que en realidad al mundo lo controlan los Illuminati, a pesar de la falta de evidencia sólida que sustente sus creencias, o a pesar de evidencia que prueba su falsedad).

La ideología de género, como cualquier otra, se caracteriza en simplificar la realidad: a ver el mundo el blanco y negro, ellos contra nosotros, buenos contra malos, opresores contra oprimidos. Cualquier intento de debatir sus postulados se considera un intento de manipulación de conciencia o de propaganda en favor del status quo. Estas doctrinas producen discursos extremos y absolutistas que reconocen una sola verdad (la suya) como la unica explicacion posible a la situación actual, lo que produce que falsedades o falacias lógicas sean repetidas y adoptadas como leyes inmutables. La identidad de los géneros es una de las falsedades que la ciencia ha venido a desenmascarar a base de estudios y evidencias: La neurociencia, la endocrinología genética, la psicología del desarrollo y otras disciplinas científicas demuestran que las diferencias entre los sexos, en sus aptitudes, formas de sentir, trabajar y de reaccionar tienen su base biológica además de la base sociocultural. Y la evidencia disponible sugiere que los factores biológicos tienen más peso que los históricos o los socioculturales. 

A pesar de que desde la más tierna infancia nos han enseñado que la diferencia biológica entre hombres y mujeres sólo está en sus aparatos reproductores, la neurociencia ha venido a reventarnos el globito: los cerebros femenino y masculino, aún en estado fetal, son notablemente diferentes en estructura y funcionamiento. Las técnicas de investigación moderna de las que disponemos hoy en día, como la Resonancia Magnética y los escaneos computarizados, permiten a los neurocientíficos estudiar la estructura y el funcionamiento cerebral en tiempo real, de forma segura y no invasiva. Estos procedimientos han permitido la documentación de las diferencias estructurales y funcionales de los cerebros de hombres y mujeres, responsables de las diferencias en sus preferencias, intereses, aficiones, socialización, afectividad y sexualidad.

La evidencia científica de la que disponemos nos dice que que el ser humano nace con un cerebro sexualizado debido a la combinación de nuestro código genético y a las hormonas que recibimos cuando estamos en el útero. Esta "sexualizacion cerebral" es la responsable de determinar una personalidad masculina o femenina, teniendo cada una de ellas, como promedio, una serie de rasgos característicos que hacen a los cerebros masculino y femenino funcionalmente distintos, ya que procesan de diferentes maneras los estímulos, las percepciones sensoriales y el nivel de empatía por lo que los demás sienten. Otros estudios sugieren que el cerebro humano es como un mosaico de estructuras masculinas y femeninas, pero aceptan que ciertos rasgos son más comunes entre un género y otro, y otros rasgos tienen, en promedio, la misma estructura entre ambos tipos cerebrales. Sin embargo, la estructura cerebral no es el único factor determinante de las diferencias de comportamiento entre hombres y mujeres, las hormonas y el ambiente en el que se desenvuelve el individuo también son factores a tomar en cuenta.

El Dr. Hugo Liaño, jefe de Neurología de la clínica Puerta de Hierro señala: "En la octava semana de gestación del feto se originan diferencias cerebrales, químicas, estructurales y funcionales, provocadas por la testosterona en los hombres y por el estrógeno en las mujeres; generando un dimorfismo sexual cerebral cuyas consecuencias en el terreno práctico, en las distintas facetas de la vida diaria, y muy especialmente en la educación, son de importancia vital"

¿Esto significa que los hombres estamos destinados a ser machos por los siglos de los siglos santos amén? por supuesto que no. Una cosa es encaminar nuestras pautas de comportamiento y otra muy diferente es ridiculizarlas y reprimirlas. ¿Que pasaba cuando teníamos una diferencia de opiniones con algún compañero de escuela, y tratábamos de llegar a un acuerdo civilizado a puñetazos? exacto, nuestros tristes traseros acababan inceremoniosamente aventados en la dirección, donde una Gran Jueza (la directora de la escuela, en muchos casos una mujer) nos miraba con el ceño fruncido y nos recriminaba por comportarnos como animales, por no tener respeto hacia la gran institución a su cargo y a la autoridad que ella representaba (no es broma, a mi me toco oir ese discurso). Mi padre me contó una vez una historia: cuando él cursaba la secundaria, tenia un maestro de educación física con un curioso pero efectivisimo método para lidiar con esas "diferencias de opiniones": los dos contendientes eran obligados a pararse en medio del patio y, a la vista de toda la escuela, debían hacer una "carrera de lagartijas": el que hiciera más lagartijas era el que ganaba. Me contaba que mas o menos por la lagartija 20 cualquier atisbo de agresividad y encono hacia su compañero había salido volando alegremente por la ventana y que no tenía capacidad cerebral más que para procesar ese ardor infernal en sus pectorales y tríceps. Aun si perdias, habías caído con honor, dando hasta el ultimo gramo de tí mismo y no tenía sentido guardar rencores. Este es solo un ejemplo de cómo encaminar las conductas innatas de los hombres en vez de reprimirlas. Lo que las feministas radicales no ven (o no quieren ver) es que su discurso dogmático está teniendo el efecto contrario: el hombre se siente agredido y ridiculizado por sus actitudes naturales ¿y cómo reaccionamos normalmente los hombres ante una agresión? exacto, agrediendo. Y la agresión puede ser externa o interna. Me explico: este articulo de El País habla sobre la gran cantidad de suicidios en la población masculina a nivel mundial, cuya tasa es mucho más elevada que en las mujeres. ¿esto quiere decir que el feminismo es el causante de la alta tasa de suicidio entre los hombres? no necesariamente, pero en definitiva es un factor contribuyente. Como ya mencionamos, los hombres de hoy no estamos muy seguros de que papel desempeñamos en la sociedad y qué se espera de nosotros. Al hombre que se mata trabajando para que a su familia no le falte nada, es muy probable que tarde o temprano le adornen la cabeza con una colosal cual viril cornamenta por "dejar desatendida a su mujer". El hombre que dedica tiempo a su familia y colabora con las tareas del hogar no lo bajan de mandilón. Hemos perdido la confianza en nosotros mismos y sentimos que nada de lo que hacemos es suficiente, o simple y llanamente está mal.

¿Cómo recuperar la confianza en nosotros mismos? Este es precisamente el leitmotiv de Fuerte, Feo y Formal. Más allá de ser una pagina de fitness o de opinión, este sitio tiene la intención de darte los recursos y las herramientas necesarias para adquirir o recuperar la confianza en tí mismo, para desarrollar tu potencial como hombre de una forma equilibrada e integral, para que te des cuenta que tus atributos y rasgos masculinos son naturales, útiles y necesarios para la sociedad, aunque se empeñen en decirte lo contrario. 

Las Feminazis de Axila Peluda

No soy afecto a espetar adjetivos calificativos denigrantes a nadie y mucho menos a las damas. Pero ya que algunas de las activistas feministas nos meten al cajón de "machirrines" a todos por igual, pues a ellas si las llamo Feminazis de Axila Peluda. Igualdad ¿recuerdan?

Como ya dijimos, el movimiento por los derechos de la mujer inició con objetivos sensatos: que las mujeres fueran consideradas seres humanos, con los mismos derechos y responsabilidades que los hombres. Pero poco a poco cada quien le ha añadido su "granito de arena" hasta convertirlo en un movimiento de franca agresión hacia el género masculino "Nosotras ya fuimos oprimidas mucho tiempo, ahora es su turno" parece ser su nuevo eslogan.

El feminismo ha degenerado en una sinfonía de discusiones bizantinas inútiles y en muchos casos francamente ridículas que se preocupa más por acciones efectistas que por realmente cambiar las bases sociales por unas mas justas y equitativas. Y no lo digo yo, lo dicen las mismas feministas que no han caído en fanatismos ni radicalizaciones: Ayaan Hirsi Ali, activista, escritora y política neerlandesa de origen somalí, criticó duramente el camino que ha tomado el feminismo actual en el discurso de aceptación del premio Mujer Valiente del Foro de Mujeres Independientes

"Quisiera recordarles que a sus inicios, las feministas peleaban por qué las mujeres tuviéramos derecho a acceder a la educación, un derecho básico. Solían pelear para que las niñas fueran reconocidas como seres humanos y que fuera reconocida y respetada su libertad. De donde vengo, si algo malo te pasa - y de dónde vengo que pasa todo el tiempo: acosos, agresiones violaciones - no tienes ningún recurso ni protección porque no estas donde se supone debes estar. Si te violan es tu culpa. Contraes matrimonio aun siendo una niña pequeña y tienes que obedecer a la persona que estabas casada, asi son las cosas. Las feministas de este país (EE.UU.) y de Occidente en general lucharon contra eso y ganaron la batalla. ¿Que es lo que estamos haciendo con esta victoria? Estoy de acuerdo contigo si condenas, como condeno yo desde el fondo de mi corazón, la idiotez trivial de atacar a un hombre que hizo una proeza científica a causa de una camisa. Nosotras como mujeres, mujeres organizadas, nos ofendimos por los dibujos en su camisa (esto en refrencia a la controversia generada por unos dibujos en la camisa de un científico que ayudo a la Sonda Espacial Rosetta a aterrizar en un cometa). Debemos reclamar y retomar el feminismo de nuestras compañeras mujeres idiotas" 

Sus palabras, no mías. Y son palabras de una mujer que REALMENTE  vivió en un heteropatriacado misógino, llegando incluso a sufrir la amputación de su clítoris

Conclusión

"Tratar de razonar con un verdadero creyente es como darle medicina a un muerto" - Thomas Paine, pensador y político norteamericano

Al contrario de lo que pudiera pensarse, este articulo (y este sitio en general) no tiene como objetivo que las feministas radicales cambien de opinión. Es para que los lectores masculinos que se sienten desorientados por el panorama social actual se den cuenta de que no son "malos" por el simple hecho de ser hombres, que un verdadero avance hacia una sociedad justa y equitativa se logra a través de eliminar prácticas discriminatorias y/o violentas, no negándose a depilar las axilas o escribiendo "amiges" en lugar de "amigos". Y para eso, amable lector, necesitamos de tu fuerza, de tu ética, de tu nobleza... en pocas palabras, necesitamos tu Código de Honor

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Fuentes:
La Masculinidad Robada. Calvo, Maria, Almazura
Create Your Own Religion. Bolelli, Daniele. Disinformation Books