Así que mi definición de hombría, como la de Aristóteles y los romanos, es simple: Es la búsqueda de la excelencia y la virtud en todas las áreas de la vida, el cumplimiento de tu potencial como hombre, y de ser el absoluto mejor hermano, amigo, esposo, padre y ciudadano que puedas ser. La virilidad es lo contrario de la infancia y tiene que ver con los propios valores internos. Un niño es egocéntrico, temeroso y dependiente. Un hombre es audaz, valiente, respetuoso, independiente y útil a los demás. Así, un varón se convierte en un hombre cuando madura y deja atrás las actitudes infantiles. “¿No deberían ser las mujeres luchar por estas virtudes también? " Definitivamente sí. Del mismo modo, una niña se convierte en una mujer cuando madura y entra a la edad adulta. Ambos sexos son capaces de hacerlo y deben esforzarse por alcanzar la excelencia humana. Cuando una mujer vive conforme a sus virtudes, es la feminidad; cuando un hombre vive conforme a sus virtudes, es la masculinidad.
Traducción y edición del autor,
La masculinidad busca y da la bienvenida al drama y prefiere la guerra, el conflicto y el riesgo. La masculinidad trae el cambio o restaura el orden en momentos en los que la rutina ya no es suficiente, cuando el plan falla, cuando toda idea de control racional por la ciencia moderna hace agua por todos lados. La masculinidad es el último recurso, antes de la resignación y la oración
En un principio, iba a nombrar este libro como ‘Una Modesta Defensa de la Masculinidad’ pero los hombres masculinos no son modestos, y no quiero sonar como un pelele o comenzar este libro haciendo menos a estos hombres. ‘Modesta defensa’ es mi conclusión, a pesar de todo, en vista que cualquiera puede ver lo bueno y lo malo de la masculinidad. Lo bueno –los masculinos bomberos y policías que arriesgaron y perdieron sus vidas rescatando a las víctimas del atentado del 11/9, es algo que es necesario hoy en día, y lo malo –los masculinos terroristas que perpetraron el ataque, no lo es. ¿Pero se puede tener lo bueno sin lo malo? Muchas de las cosas buenas en este mundo, como el vino francés, son generalmente buenas y accidentalmente malas. La masculinidad, por el contrario, parece irse a medias entre bueno y malo. Y si es buena, es probablemente porque es la una opción para resolver los problemas que ella misma causa. A eso me refiero con ‘modesta defensa’
“Los tiranos se rodean de hombres malos porque les gusta ser adulados y ningún hombre de espíritu elevado les adulará” - Aristóteles
“Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto sino un hábito” - Aristóteles
“La excelencia moral es resultado del hábito. Nos volvemos justos realizando actos de justicia; templados, realizando actos de templanza; valientes, realizando actos de valentía” - Aristóteles
“La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco” - Platón
“Buscando el bien de nuestros semejantes, encontramos el nuestro” - Platón
“No hay hombre tan cobarde a quien el amor no haga valiente y transforme en héroe” - Platón
- Un Hombre de verdad vive y muere con un código de valores propio (denominado Código de Honor porque en este blog nos gusta el dramatismo y la teatralidad).
- Cada Hombre desarrolla su propio código. Un código diferirá del otro, pero todos se basan en las virtudes y valores universalmente aceptados.
- El código de moral y ético de un Hombre se basa en una sencilla frase “No hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti. Y en la medida de lo prudente, haz por los demás lo que te gustaría hicieran por ti”
- Ser Hombre es también aceptar nuestra personalidad paradójica, sin ser incongruentes con nosotros mismos. Es reconciliar nuestra parte agresiva, competitiva y dura con nuestro lado sensible, romántico y vulnerable.
- Un Hombre siempre da la mejor presentación posible de sí mismo como signo de respeto propio y hacia los demás.
- Un Hombre jamás usará su fuerza, su inteligencia, su posición social, política o económica para hacer daño injustificadamente.
- Un Hombre de verdad busca la excelencia en todo lo que hace, convencido que la perfección absoluta no existe (salvo en el mundo matemático).
- Un Hombre de verdad siempre busca ser hoy una mejor persona de lo que fue ayer, en cualquier aspecto de su vida.
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